SAN ISIDRO ES UN ESTADO DE ÁNIMO

Cuando te encuentres con tu escort preferida de zona norte, y luego de los fogosos intercambios del caso, bueno será que vayas con ella a recorrer San Isidro.
Se trata de una zona privilegiada de la provincia de Buenos Aires, pletórica de espacios verdes, residencias lujosas, diversión para todos y gente amable. No en vano ha sido elegido como un municipio donde se radicaron y se radican muchas de las familias más poderosas del país.
Eso le dio una fisonomía especial a la zona: desde siempre se la percibió como un reducto aristocrático, no sin razón. Hoy no tiene más de 300.000 habitantes, bien repartidos en los 51,44 km. cuadrados de esta jurisdicción municipal.
Una larga y rica historia
La primera documentación encontrada sobre San Isidro data de 1580. Luego de la segunda fundación de Buenos Aires, el adelantado Juan de Garay comienza un reparto de terrenos entre sus hombres. Son los actuales partidos de Vicente López, San Martín, y el barrio de Belgrano de la Capital Federal Argentina. El 11 de octubre de 1706, el Capitán español Domingo de Acassuso crea la denominada “Capellanía del Santo”. Ahí construye una capilla en honor al santo de su devoción: San Isidro Labrador.
Ya en 1784 aparecen documentos que emplean la denominación de “San Isidro”. Su primera municipalidad se instaló el 27 de enero de 1856. En 1942, una ley provincial le da categoría de ciudad a San Isidro. A partir de ahí, cada 15 de mayo se festeja a San Isidro Labrador como Patrono.
Debe verse una de las zonas residenciales más antiguas del partido, en los alrededores de Plaza Mitre. Está construida en dos niveles sobre una barranca que termina en el río de la Plata. Desde su creación ha nucleado la vida religiosa, política y social de los sanisidrenses. En su nivel inferior se destaca el Reloj Floral, instalado en 1913, siendo el primero con sus características en Sudamérica. Allí también se ubica la impactante Catedral de San Isidro. Es un templo religioso de estilo neogótico, y el más importante de la zona, construido en 1898.
Qué ver
Hay un recorrido imperdible por la ribera. Verás la naturaleza mezclarse en total armonía con muchas construcciones históricas que caracterizan a este particular sector del partido. No hay que olvidar el “Espigón de Pacheco”, que da unas formidables vistas de la Ciudad de Buenos Aires. Serán momentos perfectos para gozar de la tranquilidad que transmite el inmenso Río de la Plata. Muy cerca, en la “Estación Barrancas”, todos los domingos y feriados puede visitarse una gran feria de Antigüedades.
A pocos metros de allí, en el Parque Natural Municipal Ribera Norte, conocerás las más de 230 especies de plantas nativas del nordeste bonaerense.
Al hipódromo, junto a tu escort preferida de zona norte
En la Av. Márquez se encuentra el hipódromo, sobre un terreno de 148 hectáreas. Este sitio emblemático de la ciudad concentra gran cantidad de público, con grandes carreras los días miércoles y sábados. Sin embargo, el espacio también se utiliza en forma esporádica para conciertos, recitales y exposiciones.
El Hipódromo de San Isidro, propiedad del Jockey Club Argentino, fue inaugurado el 8 de diciembre de 1935. Es uno de los más amplios e importantes de América. Y de los más modernos, pese a su antigüedad, porque nunca dejó de incorporar innovaciones. Por ejemplo, su sistema de iluminación artificial, con 69 columnas y proyectores sobre las tribunas. O el de circuito cerrado de televisión con 7 cámaras y 180 monitores para seguir las carreras. Y el teletimer digital, para medir los tiempos.
La capacidad total es de 100.000 espectadores, distribuidos en seis tribunas sobre su pista principal, la de césped. Tiene 2.783 metros de extensión por 45 de ancho. Y hay una de arena, con 2.590 metros de largo. Es la sede inamovible de la carrera de caballos más relevante de la Argentina: el Gran Premio Carlos Pellegrini.